lunes, 9 de agosto de 2010

Jessica Dubroff, Volando hacia la Propia Muerte

Jessica Whitney Dubroff   
(1988 - 1996)

Jessica, de sólo 7 añitos, tenía un sueño: ser la piloto más joven en cruzar los Estados Unidos en 7 días pero falleció tratando de cumplir ese demencial objetivo.
Aunque la llamaban "piloto" no contaba con su certificado de aviación porque no tenía la edad mínima requerida que son los 16 años. Sin embargo, los medios de comunicación nacionales y locales difundieron su historia, y siguieron de cerca su "intento de récord" hasta su final abrupto.


El avión piloteado por la nena se estrelló en la ciudad de Cheyenne en el estado de Wyoming, un día después de haber iniciado en San Francisco su viaje hacia Washington. Ella, su padre y su instructor murieron en el accidente.
La idea era batir el record ganado por Rachel Carter que cruzó el continente cuando tenía nueve años de edad.
Jessica subió por primera vez a un avión como regalo de su sexto cumpleaños y comenzó a recibir clases, desde entonces había cubierto cerca de 40 horas de vuelo y había hecho medio centenar de despegues y aterrizajes. Los padres se justificaban diciendo que "volar era su vida", su padre consideraba que la aviación era una buena afición para Jessica ya que así le era más fácil aprender matemática, física, geografía y meteorología ya que nunca la mando a la escuela y decía: "Esto me ha hecho sentir verdaderamente como un padre. Yo siempre he pensado que ser padre significa enseñar cosas. Ahora siento que estoy enseñándole cosas a mi hija y la estoy exponiendo a apasionantes experiencias".
"Sé que puedo hacerlo, y va a ser muy divertido", decía Jessica poco antes de comenzar su aventura en el avión Cessna Cardinal 177 de un sólo motor, "Lo hago por el gusto de volar, aunque también me interesa el récord". Yo lo que creo es que ella en su inocencia creía propios los deseos de sus padres.


Así fue como despegaron en medio de fuertes lluvias del Aeropuerto de Cheyenne.
Según las investigaciones de la National Transportation Safety Board, la causa del accidente del avión se debió a una decisión equivocada del piloto Joe Reid quien decidió despegar a pesar del empeoramiento del tiempo, y creo que aunque Jessica hubiera querido no hacerlo, la nena ya estaba muy presionada y era seguida con mucha atención por los medios de comunicación, patrocinadores y otras personas que habían vigilado muy de cerca su vuelo como cada despegue y aterrizaje que informaban constantemente de su actuación.
Su padre quería que se convirtiese en una estrella. Él mismo contactó la radio, la televisión, diarios y revistas y también le dijo a Jessica que le escriba una carta al presidente Clinton invitándolo a volar con él, pero Clinton no aceptó.
Pero eso no importó, igual los medios de comunicacion la amaban, y ella decía: "Volaré hasta que muera".


El día señalado Jessica aparece con su gorrita y muy sonriente dijo "sólo dormí dos horas", en cambio su madre declaró que durmió muy tranquila toda la noche porque Jessica "maneja un avión con la misma naturalidad que una bicicleta".
Despegaron y a los dos kilómetros el avión se estrelló. Pero eso sí, los medios tuvieron la mejor cobertura.

4 comentarios:

LaCuarent dijo...

Dios que triste nena!!! Eso es hacer de nuestros hijos un reflejo de nuestros deseos y no dejarlos ser niños. Que penita da ver a padres queriendo vivir la vida por medio de los hijos, en fin como dicen por aqui: " hay gente pa tooo"
Besos.

AH! por cierto, se que querías saber mi nombre y un poco de mi asi que si te apetece he colaborado con un blog/revista amigo y ahí se puede satisfacer tu curiosidad, el enlace esta en mi blog.
Más besos

Daniel dijo...

Terrible.

Por eso a mi hija no la voy a dejar salir a la calle hasta que cumpla treinta.

Patricia dijo...

qué historia más triste, tantos sueños rotos, nada más doloroso que la muerte de un hijo!
un besito, Carolina!

Juan Carlos dijo...

A esa edad, esa criatura debería estar jugando con sus amigas, estudiando en una escuela, creando sus propios sueños y no cristalizando las aspiraciones (o las ambiciones) de sus padres.
Los hijos llegan al mundo por amor, pero eso no los convierte en nuestra propiedad, ellos son nuestra responsabilidad (que no es lo mismo), y debemos criarlos y cuidarlos lo mejor posible, formarlos, orientarlos, guiar su desarrollo, crecimiento y educación. Enseñarles a diferenciar el bien del mal, instruirlos y ayudarlos para que puedan(en su momento) defenderse por ellos mismos en la vida diaria.
Quien busca un récord, no lo hace por diversión, lo hace por competencia, lo hace por ambición, lo hace por el halago del reconocimiento, por la gloria y por el dinero que eso trae consigo. Una criatura de siete años, no tiene esos motivos ni en su cabecita ni en su corazón.
La nena no murió jugando, ella dejó esta vida confiando a ciegas en los que tenían la sagrada misión de cuidarla y protegerla.
Paz en su tumba.